miércoles, 17 de junio de 2009

"El DON"


Un día en el que Camaná se encontraba tan apacible como el agua de su río, el viento jugueteaba con las hojas secas en un baile calmo, los niños corrían felices hasta ya no poder hacerlo más; en las afueras del pueblo se encontraba imponente en lo alto de una colina como parte de un bello cuadro la hermosa casa de doña Guillermina; quién era una anciana de tez blanca como la niebla, hermosos ojos celestes como el mismísimo cielo y de una apacible sonrisa; la cual pasaba sus días al cuidado de unas hermosas flores que parecían cantar por las mañanas luego de arrullar por las noches y uno que otro animalito de corral a los cuales alimentaba fielmente; esta anciana mujer era infaltable a la misa a la cual acudía todas las noches ya que ella era muy católica y como decían los viejos del pueblo la mencionada abuelita seria prima de la mismísima Santa Rosa de Lima. Esta anciana compartía sus días con don Francisco Pérez, respetable vecino y agricultor del pueblo con el cual no pudo tener la gracia divina, como ella lo decía de poder tener hijo alguno.
Doña Guillermina tenía un gran don, el cual le fue heredado por su madre que era el curar la temible enfermedad de la mancha o caracha como también se le conoce, ya que su madre tiempo atrás había combatido a esta enfermedad como a sus causantes.
Un domingo por la mañana la gente del pueblo se encontraba saliendo de la misa, cuando de pronto se sintió un fuerte viento que causó escalofríos a más de uno el cual era raro para la época haciendo este volar a todas la palomas que se encontraban jugueteando en la pileta, correr a los gatos a sus escondites y aullar a todos los perros de por ahí. Doña Guillermina de pronto comenzó a percibir algo extraño en el aire, cuando una temible carcajada se aproximó a su mente asustándola por demás, ¿de quién era esa risa tan espeluznante porque me asusta de forma extraña? se preguntaba esta, hasta que después de pasar varias veces por su mente desapareció.
Luego pasaron los días y como siempre que llega alguien nuevo al pueblo la gente pasa y repasa por la casa de estos sin dejar de dirigir su vista hacia adentro de la morada, hasta lograr mirar algo que les dé una pista de quienes son, de donde vienen y a que vinieron por supuesto, como se preguntaban en voz baja en todas las esquinas. Con el transcurso del tiempo se corrió la voz que la recién llegada era una viejecilla de nombre Justina quien heredó una casa deshabitada de un pariente lejano la cual vino a asentarse al pueblo; esta mujer se manejaba como cualquier otra en las labores de su casa y gustaba mucho de ir a la iglesia, pero detrás de esta apacible imagen se escondía una malvada bruja la cual era hija de Doña Julia, una antigua bruja del pueblo quien fue muerta por la madre de doña Guillermina y vino a vengarse por la muerte de su progenitora. Antiguamente esta bruja era muy temida en Camaná, donde causó estragos por muchos años y de quien ni siquiera se conocía su nombre pero si de sus malas intenciones, eran pocos los que se atrevían a pronunciarlo, del cual solo se podía escuchar talvez una sola vez en la vida y en voz baja, el cual era JUANA LA GRANDE.
Doña Justina no demoró en hacerse de mujeres del pueblo las cuales también eran conocedoras de la brujería, así que las citaba los días martes y viernes en su casa al dar la media noche, donde les explicó el propósito de su llegada que era el vengarse de quien haya matado a su madre. Así llegaban las doce de los mencionados días y una a una iban llegando convertidas en espantosos animales negros o solas sus cabezas impulsadas por sus largas cabelleras, una vez estando todas juntas procedían a realizar ritos en los cuales bailaban y cantaban alrededor de una caldera de agua hirviendo donde arrojaban gallinas, sapos y bichos entre otros animales con los cuales preparaban malignos brebajes. Doña Justina tenía un criadero de sapos a los cuales alimentaba con maíz de diversos colores, luego recogía los excrementos de dicho animal los trituraba y los cernía, para darlo en una preparación causando con esto la entonces temida mancha.
El trabajo de estas mujeres era provocar la temida mancha en la gente por simple gusto o ha pedido y luego ofrecer sus servicios para curarla, según ellas mediante rezos y plegarias al señor. Luego de unos meses de contagiar a mucha gente con el mal ninguna de ellas era requerida para curarlo, sin embargo se sabia de gente que se estaba recuperando sin problemas y hasta se reía de dicha enfermedad; así que doña Justina mandó a una de las brujas a la parroquia a que le ruegue al padre para que este le diga, que tenía que hacer para curarse al igual que toda la gente de la mancha; tantas fueron las súplicas de esta mujer hacia el padre y la fidelidad a la iglesia del mismo que este accedió haciéndole jurar a esta mujer por todos los santos que no diga nada a nadie de lo enterado, así el padre le dijo: “corre mañana por la noche después de la misa a la casa de doña Guillermina y golpea a su puerta 5 veces seguidas así sabrá que fuiste de parte mía y te atenderá, ella es la que posee el don para curar tu enfermedad; la bruja agradeció al padre sonriendo con cierta sospecha para luego retirarse.
Al martes siguiente las brujas se reunieron al dar las doce en casa de doña Justina donde la bruja que interrogó al padre intervino diciendo: “ya sé quién es la maldita que esta acabando con nuestros propósitos”, ¿Quién? preguntó doña Justina con cierta fiereza, “es doña Guillermina respondió la otra bruja”. Las brujas al enterarse de esto gritaron de cólera y juraron dar muerte a esta por su atrevimiento sobre todo doña Justina ya que esta mujer que curaba poseía el don y de seguro seria la hija de la mujer que mató a su madre.
Llegado el día viernes las brujas idearon un plan para acabar con doña Guillermina, así que decidieron ir a su casa con una serie de objetos diabólicos colocándolos entre sus pertenencias y otros cuantos fueron enterraron en el patio de su casa, luego pasaron a la casa del alcalde del pueblo donde se metieron por la ventana de la alcoba de su menor hijo mientras este dormía, al cual dieron muerte mediante un maligno hechizo. A la mañana siguiente el niño fue hallado muerto por una criada de la casa, la noticia corrió por todo el pueblo como llevada por el viento y llamando a las puertas de cada uno de los pobladores del valle. El médico no podía explicar lo que le había sucedido al hijo del alcalde, sobre todo como un niño rebosante de salud y alegría de un día para el otro amanezca muerto. Un grupo de ancianas se acercó al desconsolado alcalde entre ellas doña Justina, quien se dirigió a el mirándolo fijamente a los ojos diciendo: “lamento tener que decirle esto, pero estoy segura que su hijo murió por manos de una bruja”. ¡Pero qué! gritó el alcalde ¿quién pudo hacer tremenda canallada? Preguntó este; otra de las ancianas intervino diciendo: “ayer muy tarde por la noche no podía conciliar el sueño lo cual me sacó de la cama a dar vueltas por la calle, cuando de pronto vi a doña Guillermina que valiéndose sabe Dios de que maleficio y con qué intenciones, se metía volando por la ventana de la alcoba de su niño; el alcalde iracundo por la noticia no dudó en dar muerte a doña Guillermina, así que se dirigió a la casa de esta con un grupo de guardias y curiosos del pueblo, una vez estando allí tumbaron la puerta de la casa donde la encontraron durmiendo en compañía de su esposo, para luego proceder a apresarla en medio de los gritos del alcalde quien le pedía cuentas de lo sucedido, a lo cual ella no supo responder por ser inocente; luego se buscó entre sus pertenecías y se encontró los artefactos diabólicos que habían metido las brujas, entre ellas la estatuilla de un niño al cual le faltaba la cabeza; la gente del pueblo no dudo que ella era la culpable, así que el alcalde ordenó sacarla al patio donde fue amarrada a un árbol y luego quemada ante las súplicas de inocencia de este sorprendida mujer y su esposo.
Con el pasar del tiempo las brujas hicieron de las suyas en el pueblo, al no haber nadie que las detenga inclusive hicieron huir al padre de la parroquia ante tantos acosos; a los pocos de su muerte el alma de doña Guillermina no podía descansar en paz, por haber muerto esta y no haber podido pasar su don de curar la temida mancha a algún familiar como le fue heredado a ella por su madre con el cual se combatiría a las brujas. Así que una noche el alma de la injustamente asesinada mujer se le presentó a una sobrina que ella estimaba mucho la cual se llamaba María; quien era una joven bondadosa y al estar frente a esta casi se desmaya de la impresión. Doña Guillermina logró explicar el motivo de su aparición y su inocencia a su sobrina María, la joven al escucharla comenzó a entender a su tía a la cual ella consideraba una buena mujer; esta luego de lo explicado encomendó a María que acabe con las brujas del pueblo ya que ellas estaban perjudicando a todos haciendo de las suyas, para lo cual María respondió: “pero yo que puedo hacer en contra de ellas que son muchas”, no te preocupes respondió su tía yo te diré lo que vas a hacer y estaré a tu lado no te preocupes.
A los pocos días María fue manchada con la enfermedad, para lo cual ella logró curarse a sí misma, esto fue muy sospechoso para las brujas quienes se dieron cuenta de que ella poseía la facultad de curar y que también era familia de Doña Justina decidiendo darle muerte. A la mañana siguiente Doña Guillermina se le presentó a María advirtiéndole de las intenciones de las brujas así que las dos acordaron un plan para acabar con ellas y sus maldades. Así llegado el día martes María que se reunían las brujas y siguiendo las indicaciones de su tía, la joven colocó ramas de guarango por donde pasaban dos de las brujas al regresar a sus casas, al volver esta sus largas cabelleras quedaron enredadas en los espinares de la planta gritando de dolor, hasta que salió el sol y con el efecto de este que neutralizó sus poderes se secaron y murieron. A la semana siguiente María al regresar tarde por la noche a su casa, se percató que un enorme perro negro la estaba siguiendo sospechosamente, para ello María logra esconderse entre unos matorrales y tomando valor al pasar este lo sorprendió con un palazo en la cabeza seguido de innumerables golpes, para lo cual el animal al verse perdido comenzó a hablar y decirle a María: “no me pegues por favor hija soy fulana”, María se sorprendió al oír esto dándose cuenta de que esta era una de las brujas; al otro día se corría la voz en el pueblo de que una anciana había sido encontrada muerta “a punte de palos”, por el estado en que se encontró su cuerpo lo cual no causó mucho pesar ya que se sabía que esta era bruja.
Al viernes siguiente pasada la media noche María fue a la casa de otra de las brujas, encontrando su cuerpo solamente sin cabeza sentado en su cama ya que esta se había desprendido por medio de un hechizo para salir volando hacia la casa de doña Justina, María procedió a rociar ceniza sobre el cuello de esta por indicaciones de doña Guillermina, quien sabia todos los secretos para combatir a las brujas y al regresar la bruja no pudo adherirse a su cuerpo así con el amanecer esta se secó y murió.
María mandó a llamar al padre de la parroquia, refugiado en Arequipa y cuenta de su propósito; así disponen acabar con doña Justina. Al martes siguiente faltando poco para la medianoche estos se dirigieron a la casa de la temida bruja a la cual encontraron invocando al mismísimo Satanás, María y el padre comenzaron a elevar plegarias y rezos en contra de la bruja y su maligno proceder, pero tal era el poder de esta que no podían vencerla, cuando de pronto apareció el espíritu de doña Guillermina quien se suma a las oraciones de estos y con ello logran vencer a la bruja quien pierde sus poderes y se comienza a secar convirtiéndose en una pequeña criatura de hueso, pellejo y larga cabellera, sin dejar de maldecir y amenazarlos con que volverá a vengarse, liberando así al pueblo de la maldad y el sufrimiento que causaba doña Justina y este grupo de mujeres.

1 comentarios:

Unknown 29 de mayo de 2010, 16:10  

muy Chvr el cuento de las brujas basado en hechos reales no? esta muy interesante!!!! eso me recordo en cierta froma a esta serie famosa de Warner channel SUPERNATURAL con los hermanos winchester cazadores de seres del mal........me gsuto mucho la historia de Dña Guillermina

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